YARETA – Corazón del altiplano, sabia, milenaria y protectora
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Nombre botánico: Azorella compacta
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Origen: Zonas altoandinas de Chile, Perú, Bolivia y Argentina, entre 3.200 y 5.000 m s.n.m.
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Parte utilizada: Hojas y resina deshidratadas (fragmentos de la planta)
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Sabor: Amargo, resinoso y persistente
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Aroma: Seco, terroso y levemente resinoso
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Cafeína: Libre de cafeína
La yareta es una planta extraordinaria, de crecimiento lentísimo, que forma cojines verdes y compactos sobre las piedras del altiplano. Su energía es tan densa como resistente: puede vivir más de 3.000 años, y por siglos ha sido usada en medicina tradicional andina como remedio para el pulmón, el hígado, el reumatismo y la energía vital.
De aroma seco y sabor firme, la yareta se siente como una abuela sabia: contiene, depura y repara. En lo mágico, es una protectora silenciosa, una maestra de lo profundo, vinculada a la resistencia espiritual y a la limpieza de memorias densas. Planta de los antiguos, del silencio del desierto, del fuego que transforma.
Propiedades mágicas y funcionales:
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Expectorante y bronquial: Limpia los pulmones, alivia la tos crónica y fortalece el aparato respiratorio.
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Hepatoprotectora: Apoya el hígado en su función depurativa.
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Anti-reumática: Tradicionalmente usada para calmar dolores articulares o musculares crónicos.
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Depurativa sistémica: Actúa sobre la sangre, el sistema digestivo y respiratorio.
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Tónica general: Aumenta la resistencia física y revitaliza organismos debilitados.
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Protección ancestral: Conecta con los linajes antiguos y crea un escudo energético duradero.
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Limpieza profunda de memorias celulares: Especialmente útil en rituales de transformación o renacimiento.
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Fuerza en el umbral: Acompaña duelos, cambios profundos, decisiones radicales.
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Sabiduría milenaria: Aporta claridad lenta y profunda, como las decisiones tomadas con el alma.
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Planta de fuego interno: Vinculada al calor alquímico que convierte el dolor en crecimiento.
Energía y simbolismo
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Elemento: Tierra y Fuego
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Chakra asociado: Plexo solar y raíz
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Vibración mágica: Protección profunda, transmutación, sabiduría antigua
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Ideal para rituales de: Protección energética, cierre de ciclos, decisiones radicales, conexión con ancestros o el desierto
¿Cómo se siente en una infusión?
La infusión de yareta es fuerte, amarga, seca y persistente. Tiene un retrogusto resinoso que permanece en la garganta como un eco de la montaña. Su efecto es lento pero firme: estabiliza, depura, da peso y presencia. No es para lo cotidiano, sino para los momentos donde el alma busca sostén.
En tus blends de Hechiza-Té, es ideal para:
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Infusiones respiratorias intensas con eucalipto, llantén o malva
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Blends depurativos hepáticos con boldo, diente de león o frángula
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Tisanas de energía tónica con cola de caballo o raíz de angélica
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Mezclas de protección o corte energético con ruda, romero o salvia
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Infusiones rituales para conectar con los ancestros o el desierto
Usos más allá de la infusión:
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Baños energéticos: Para corte de lazos o fortalecimiento personal
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Sahumerios rituales: Protege, purifica y consagra espacios
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Tintura profunda: Para procesos hepáticos o reumáticos, bajo supervisión
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Ungüentos: En preparaciones tópicas para dolores articulares
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Ofrenda de fuego: En rituales ancestrales o meditaciones en lugares sagrados
Ingredientes
Fragmentos secos de yareta (Azorella compacta)
Preparación:
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Temperatura del agua: 95–100 °C
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Tiempo de infusión: 15 a 20 minutos (ideal en decocción suave)
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Cantidad por taza: 1,5 a 2 g (1 cucharadita colmada o en trocitos pequeños)
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Extras: Recomendado usar en ciclos de máximo 5 días con descanso posterior.
No usar en embarazo, lactancia o en personas con afecciones renales sin supervisión profesional.
Presentación:
Vidrio 60 gr
Refill 60 gr
Vidrio 20 gr
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